La Madremonte
Colombia cuenta con una numerosa cantidad de mitos y leyendas. Relatos que se han transmitido generacionalmente y que forman parte de la riqueza folclórica del país.
En cada rincón colombiano, se transmiten historias que combinan lo real y lo irreal, lo histórico y lo mítico.
Este mito es popular en la región Amazónica de Colombiana y los Llanos Orientales. También, es conocido con otros nombres fuera de Colombia.
Tiene como protagonista a un ser denominado Madremonte o Madreselva, cuyo origen podría estar basado en las antiguas divinidades indígenas encargadas de preservar la naturaleza.
Es un ser fantasmagórico que se enfurece con todos aquellos que maltratan el medio natural, por eso, en ese sentido, ejerce de protectora.
Este mito cuenta con diferentes versiones, esta es una de ellas:
Cuenta la historia que, cuando suceden grandes temporales, vientos, inundaciones u otros desastres naturales que estropean sembrados, se pueden oír los gritos de la Madremonte. Un ser corpulento, mitad mujer y mitad monte.
Vive alejada de la civilización y aparece en mitad de los rayos y centellas. Según narran los campesinos, este ser hace perder a los niños en el bosque, los orienta por zonas desconocidas y los esconde debajo de las cascadas.
Cuando la Madremonte se baña en las fuentes o en los ríos, especialmente durante las crecidas, llena las aguas de pestes y otras epidemias.
Además, este ser maldice a los usurpadores de terreno y los dirige a los matorrales y pantanos en las noches más oscuras y tormentosas.
Dicen los campesinos que, para prevenir el encuentro con ella, llevan medallas benditas y escapularios o pepas de cabalonga en el bolsillo.